• Inhibición de la fermentación maloláctica en la elaboración de vinos blancos y tintos jóvenes, a fin de preservar la acidez.
• Retraso de la FML después de la fermentación alcohólica en elaboración de vinos tintos, permitiendo el trabajo con microoxigenación.
• Estabilidad microbiológica de la población bacteriana en vinos tintos después de la fermentación maloláctica, reduciendo la dosis de SO2 empleada durante la conservación del vino.
• Tratamiento de paradas de fermentación.